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Juicio a un padre que trató de vender a su hija en Sueca

La amenaza de que la pequeña Paulina, de diez años, regresara al orfanato de Lituania desde el que llegó a Sueca convenció al director de su colegio y a su esposa para ofrecerse a ayudar al padre de la niña. "Cualquier cosa para evitar separar a la familia. Queríamos ayudarle y puso precio a su hija", explicó el profesor ayer en el juicio que el juzgado de Lo Penal número nueve de Valencia dejó visto para sentencia y en el que se acusa a un padre, Rolandas I., que en noviembre de 2007 supuestamente puso precio a su pequeña: 150.000 euros. Junto a él, Arunas J., quien se hizo pasar por tío. El fiscal les pide 11 meses de cárcel.

"Paulina estaba integrada, no daba problemas. Era feliz", dijo ayer el director del colegio. Él habló con su esposa ante la posibilidad de que la pequeña regresara a su país a una vida sin condiciones. Lo que pareció un trato en nombre de Paulina, un acogimiento por el que empezaron a interesarse tras el primer fin de semana que la niña pasó con ellos, se convirtió, según denunciaron, en un chantaje. "No compramos personas", dijo la esposa del director. Paulina está en un centro de menores.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de abril de 2009