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CARTAS AL DIRECTOR

Los trabajos de nuestros diputados

Muy acertado el comentario del señor Millás sobre el trabajo de nuestros parlamentarios. Me permito hacer una sugerencia: ya que los que no tienen dedicación exclusiva sólo van cuando hay votaciones, podría establecerse el voto por correo electrónico. De esta forma, dispondrían de más tiempo para forrarse, salvo que, siguiendo la indicación de Millás, decidieran ponerse a trabajar.- Antonio López Serrano. Alcalá de Henares, Madrid.

Lo de menos -con ser importante- es el escándalo de que los diputados hayan utilizado una sesión y votación secreta para concederse privilegios sin que los conozcan los ciudadanos, quizás porque éstos probablemente no hubieran aprobado su decisión. Lo más grave es la misma posibilidad de votaciones secretas que figura en el Reglamento del Congreso. Si se supone que nuestro sistema es representativo, el ciudadano debe conocer siempre el sentido del voto de quienes lo representan, para saber si puede seguir otorgándole su confianza. Sólo puede ser secreto el voto que compromete sólo a quien lo emite, nunca el que se realiza en nombre de alguien a quien se dice representar. Y las sesiones secretas sólo pueden justificarse cuando se tratan temas de seguridad nacional, nunca para ocultar miserias corporativas.

Probablemente los señores diputados -con algunas honrosas excepciones- piensan que en el Congreso radica la soberanía nacional. Habría que recordarles que, según la Constitución, el Congreso es un mero representante del pueblo español, del que emanan todos los poderes del Estado.- Augusto Ángel Klappenbach Minotti. Pinto, Madrid.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de abril de 2009