Nunca entenderé cómo se genera eso que se viene en llamar "opinión pública". Supongo que en algún punto oculto y de algún modo incomprensible se expande interesadamente como un terremoto desde su epicentro. Y si no, que me expliquen cómo es posible que ya se empiece a hablar de la posible congelación de los salarios a los funcionarios y no de la renuncia a los pluses de los altos cargos de la Xunta como hicieron algunos de los de AIG con la renuncia a sus primas, ¿o no existe un cierto paralelismo?
No lo han hecho bien y encima se premian. Para votar y blindarse no hubo ni oposición ni bicefalia. Si al menos algunos renunciasen y se hiciesen públicos sus nombres, les honraría y el pueblo tomaría nota: ¡qué puntazo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de abril de 2009