John Berger, en la instalación de Isabel Coixet / MARCEL·LÍ SÀENZ
La luz de una vela cuando se apaga
Concentrado, como si estuviera en una misa laica, John Berger (Londres, 1926) parece un monje civil rezando. Delante de él, protegida por alambradas, hay una sucesión de celdas de castigo sobre cuyas mantas se reproducen cartas de un condenado a dos cadenas perpetuas.