La Plataforma en Defensa de l'Ensenyament Públic invitó ayer a "toda la sociedad" a sumarse a la marea amarilla que recorrerá las calles de las tres capitales el 28 de abril para "teñir" toda la Comunidad Valenciana con el color identificativo de las protestas estudiantiles y la huelga general del sistema educativo público, convocada para ese mismo día.
La entidad pidió a los vecinos que -para mostrar su "rechazo" a la "enfermedad" que padece la Consejería de Educación- "inunden" los edificios y balcones con distintivos amarillos; al tiempo que se prepara una "ofrenda" floral al responsable de la política educativa, Alejandro Font de Mora, el próximo 23 de abril, coincidiendo con el Día del Libro, adelantó Gemma Piqué, portavoz de la Plataforma.
La entidad -que aglutina a los tres grandes sindicatos, CC OO, STEPV y UGT, la Confederación de Padres Gonzalo Anaya, las asociaciones estudiantiles Favaem y Sepc, las asociaciones profesionales de directores de Primaria y Secundaria, la de inspectores Adide y Escola Valenciana- sostiene que lo que "está en juego" durante los encierros que se llevarán a cabo el 23 de abril y el vaciado de centros programado el 28, "es el futuro de la enseñanza pública".
Las asociaciones de padres, alumnos y profesores piden a Font de Mora que la parte proporcional del sueldo que se retire a los docentes en huelga -unos 4 millones de euros- se destine a "quitar barracones" de la red pública y no a ampliar los conciertos con la privada. La jornada de huelga culminará por la tarde con tres manifestaciones en Castellón, Alicante y Valencia, donde el Ayuntamiento que dirige la popular Rita Barberá ha prohibido que la marcha pase por delante de su sede.
La campaña de movilizaciones distribuirá 100.000 pegatinas, 5.000 carteles y, por primera vez, usará el Facebook, los blogs y los SMS como reclamo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de abril de 2009