Rafael, de 57 años, tuvo ayer una comida incómoda. Llevaba dos días sin comer y acudió al comedor social del Paral·lel, en Barcelona, por primera vez. "Es duro", dice. Y añade, él, que practicó submarinismo en épocas mejores: "He tocado fondo. Ahora se trata de remontar". En tiempos pasados, asegura, llegó a confeccionar la corona de Miss España. Fue hace cinco años, cuando aún se ganaba la vida con el oficio que aprendió a los 14: el de joyero. Hace 15 dejó de cotizar, ahora no hay trabajo y no recibe ninguna ayuda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de abril de 2009