Conselleiros socialistas y nacionalistas pusieron fin a casi cuatro años de reuniones semanales, encuentros y desencuentros con una comida de despedida. Primaron los buenos recuerdos, a pesar de que el último Consello de la Xunta, el presidido ayer por Emilio Pérez Touriño, contempló un último conato de división interna - que no pasó a mayores- con motivo del nombramiento de la nueva directiva del Consello da Xunventude. Los conselleiros del Bloque se salieron con la suya, y convencieron a Touriño que no procedía tramitar ayer ese expediente.
La última asamblea del Consello da Xunventude, en la que se renovó la directiva, estuvo rodada de polémica, al acusar Galiza Nova y Nuevas Generaciones a las Xuventudes Socialistas de cometer "irregularidades". La asamblea nombró finalmente a la socialista Azucena Rodríguez presidenta del órgano representativo. Pese a sus reticencias iniciales, varios conselleiros y altos cargos del Gobierno gallego convencieron al presidente en funciones para que llevara el nombramiento al Consello de la Xunta a fin de hacerlo oficial. Touriño accedió a regañadientes, pero se encontró en la reunión de San Caetano con las reticencias de los conselleiros nacionalistas. Finalmente, Touriño archivó el expediente, convencido por sus conselleiros del BNG de que no era lo más adecuado proceder a un nombramiento que no figuraba en el orden del día de la reunión.
En la conferencia de prensa posterior a la reunión del Consello, Emilio Pérez Touriño se despidió de los periodistas que le siguen habitualmente y afirmó que deja la Xunta "con la sensación del deber cumplido". El jefe saliente del Ejecutivo aseguró haber puesto durante la pasada legislatura toda su "capacidad, inteligencia y voluntad al servicio de Galicia".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de abril de 2009