José Blanco eligió su provincia natal, Lugo, para realizar su primera visita no institucional desde que se hizo cargo de la cartera de Fomento, pero se marchó de Galicia sin ratificar el compromiso de que 2012 será el año de la llegada del AVE a esta comunidad.
Blanco, al igual que antes su predecesora, Magdalena Álvarez, no quiso asumir ataduras de fechas. "Uno tiene que hablar con conocimiento y todavía no he tomado el pulso del ministerio, por lo que no puedo adquirir compromisos que no pueda cumplir", contestó ayer. Garantizó, eso sí, el "máximo esfuerzo" para que la alta velocidad llegue a Galicia "lo antes posible", para lo cual dijo que no se escatimarán recursos y medios.
El ministro abogó por la "cohesión territorial" del país como complemento de la "cohesión social" para garantizar "igualdad de oportunidades y garantizar progreso". "Desde luego", agregó, "Galicia necesita de esas infraestructuras que le posibiliten estar en condiciones de competir y de desarrollarse".
"Estoy a la espera de que Núñez Feijóo sea presidente de la Xunta para poder conversar formalmente y establecer prioridades y compromisos", señaló Blanco. "Tengo un compromiso con Galicia y con él", añadió, para señalar su predisposición a hacer de la cooperación "una forma de trabajar". Recordó que ya había conversado con el próximo presidente de la Xunta y precisó que ya le había mostrado esa predisposición. "Juntos podemos hacer que esta comunidad tenga más espacios de bienestar y progreso que desarrollen sus infraestructuras".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de abril de 2009