Agentes de la Policía Nacional procedieron durante la mañana de ayer al desalojo de una docena de inmigrantes de origen rumano que ocupaban una alquería abandonada en las inmediaciones del camino Caminàs de Castellón. Los agentes habían sido requeridos por un juzgado de la capital de La Plana para realizar el desahucio previo al derribo del edificio, que se encontraba en condiciones ruinosas. Según fuentes de la policía local de Castellón, estos ciudadanos rumanos se dedicaban a vender madera a las mujeres que ejercen la prostitución en las inmediaciones, para que pudieran calentarse por las noches, desde hace unos 5 años. También alquilaban habitaciones de la alquería para sus compatriotas, según las mismas fuentes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de abril de 2009