Algo salió mal. Una vez más, los narcotraficantes se vieron obligados a abortar una descarga y a incendiar una planeadora para destruir pruebas. La hipótesis más verosímil que maneja la policía es que la embarcación incendiada, que llevaba los depósitos repletos de combustible, iba a alijar los fardos de droga a alta mar.
La lancha semirrígida, de 10 metros de eslora y cuatro motores de 250 caballos de potencia, quedó varada en la cala de Os Raeiros, muy próxima a la playa de A Lanzada, donde comenzó a arder hacia las 6 de la madrugada. A esa hora, fue descubierta por un marinero, quien alertó a los servicios de emergencia. Al lugar se trasladaron efectivos del cuerpo de bomberos de O Salnés que tuvieron que emplearse a fondo para sofocar las llamas que se reactivaron en varias ocasiones.
También se desplazaron a la zona agentes de la Guardia Civil que, entre los restos calcinados, no pudieron hallar ninguna prueba o indicio que permitiera identificar la embarcación o a sus tripulantes. Esta es la cuarta planeadora que aparece calcinada en el último año en distintos escenarios de las rías galegas como una de las maniobras que emplean los narcos para evitar que los descubra la policía. La última en marzo, en Muxía, después de que sus tripulantes desembarcasen 3.600 kilos de cocaína.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de abril de 2009