Apostar por las nuevas óperas y luchar contra los prejuicios que impiden que éstas traspasen las fronteras del país en el que se crean. Este deseo, expresado por compositores y directores de teatros líricos en el Foro Europeo de la Ópera, celebrado hasta ayer en el Liceo, tiene su primer reto esta noche con La cabeza del Bautista, del compositor catalán Enric Palomar (Badalona, 1964), el primer estreno mundial de una ópera tras la clausura del foro. Encargada por el Liceo, la ópera, basada en la pieza teatral homónima de Valle-Inclán, estrenada en 1925 en el teatro Goya de Barcelona, es la cuarta adaptación lírica de un texto de Valle-Inclán y remite por su título a la Salomé (1891) de Oscar Wilde, obra de gran influencia literaria en la España de las primeras décadas del siglo XX.
La cabeza del Bautista sube al escenario del Liceo con dirección musical de Josep Caballé Domènech y escénica de Carlos Wagner, autor también de la adaptación del texto para ser musicalizado. En total se ofrecerán nueve funciones hasta el 2 de mayo con un doble reparto encabezado por los barítonos José Manuel Zapata y Francisco Vas alternándose como Don Igi, las sopranos Ángeles Blancas y Rosa Mateu como La Pepona, y los tenores Alejandro Marco-Buhrmester y Michael Kraus como El Jándalo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 20 de abril de 2009