El Parlamento Europeo aprobó ayer una nueva regulación de las agencias de calificación de riesgos que exigirá su registro para que puedan actuar en la Unión. El nuevo reglamento establece un sistema de supervisión de estas entidades y pretende mejorar la transparencia e independencia de ellas. La medida afecta de manera especial a las tres grandes agencias existentes, Moody's, Standard & Poor's y Fitch.
Las agencias de calificación habían sido seriamente criticadas por no haber advertido de los riesgos de los bancos y empresas que habían analizado. También se consideraba insostenible el conflicto de intereses que se producía cuando estas entidades actuaban simultáneamente como analistas y asesoras de las sociedades examinadas.
Para evitar el conflicto de intereses, la nueva regulación aprobada ayer por el Parlamento Europeo por 569 votos a favor, 47 en contra y 4 abstenciones, establece que el personal de las agencias deberá cambiar de sector de manera regular para impedir una excesiva proximidad con un determinado cliente.
Los consejos de las agencias deberán contar al menos con dos miembros independientes, cuya remuneración no esté basada en los rendimientos de la empresa. Las agencias deberán divulgar los criterios que utilizan para elaborar sus valoraciones. Los consejeros independientes deberán ser nombrados por un solo mandato de cinco años y sólo podrán ser sustituidos por falta profesional.
Los Estados miembros dispondrán de seis meses para aplicar las nuevas normas y el plazo será de un año y medio para las disposiciones que afecten a las agencias de fuera de la UE.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de abril de 2009