La lógica se impone a la imposición de los intermediarios. Un mercado de venta directa de pequeños productores ha logrado en Málaga ofrecer el limón ecológico a 30 ó 35 céntimos de euro el kilo al evitar los intermediarios. Mientras, en el supermercado el limón está a 1,2 euros cuando al agricultor se le pagan sólo cinco céntimos de euro.
Los agricultores de la comarca del Guadalhorce no cubrían con esos cinco céntimos sus costes de explotación y muchos habían optado ante esa tesitura por no recoger la cosecha, sino dejar caer el limón al suelo y que se pudra. Ahora cuentan con una alternativa: circuitos de comercialización cortos entre el campo y el lugar de la compraventa del producto. Ya hay siete mercados locales así, como Antequera y Coín, en la provincia de Málaga, donde se ha constituido un Foro Provincial por la Soberanía Alimentaria que pretende que la agricultura y la producción ecológica tenga su oportunidad en este contexto de crisis económica.
"No hay que depender tanto del comercio mundial o la globalización económica y comercial, sino ir a una producción agrícola y ganadera más cercana con mercados locales de venta directa", explica Miguel Esteban Martín, responsable de Medio Ambiente en la Diputación malagueña. "Los intermediarios no aportan nada nuevo al producto y se llevan un montón de dinero", añade.
Un reciente estudio sobre el sector ecológico en Málaga ha revelado contrastes como que esta provincia está a la cola en Andalucía en superficie agrícola certificada como ecológica con 33.000 hectáreas y, sin embargo, está a la cabeza en demanda de esos productos, especialmente en la Costa del Sol.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 27 de abril de 2009