Sonia Carrión, de 36 años, es optimista: "Aunque las cosas ahora no pintan muy bien, seguro que saldré adelante". Estudió Diseño Industrial y está parada desde junio de 2008, cuando perdió su puesto como delineante mecánica. Ha completado un cursillo formativo de diseño industrial para desempleados. Ha acabado "muy satisfecha" porque ha aprendido "bastantes cosas que no sabía".
Sonia cree que ha aprendido lo "suficiente" para poder trabajar, pero "en todos los sitios piden al menos un año de experiencia y no lo tengo", se lamenta. La única queja que tiene del curso se refiere a este aspecto. Cree que se "debe tener más en cuenta lo que piden las empresas" ofreciendo prácticas además de la teoría. Para salvar este obstáculo, se ha ofrecido incluso a trabajar gratis: "Me puedo permitir pasar algunos meses sin cobrar". Cree que este esfuerzo le compensará si le sirve para encontrar empleo en el futuro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 27 de abril de 2009