En julio se cumplirán dos años desde que Jesús González está parado. Antes trabajó como oficial de mantenimiento y explica que, aunque hasta entonces contaba con un puesto, "no tenía un oficio". Jesús, de 33 años, había estudiado Formación Profesional. Cuando se quedó sin trabajo, decidió completar su formación con cursillos orientados al sector metalúrgico.
Estudia para prototipista mecánico en el Centro de Innovación y Formación Ocupacional de Sant Feliu de Llobregat y está contento. Pero no todos los centros a los que ha ido le han dejado igual de satisfecho. Cita uno en el que no había material. Cree que, al tratarse de un curso para desempleados, "no se lo tomaron en serio", y no le enseñaron "todo lo que deberían". Jesús ha completado su formación "de manera autodidacta", y se queja: "Antes no podía trabajar porque no sabía tocar una máquina, y ahora que me he formado, no hay trabajo" en el metal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 27 de abril de 2009