La fiscal pidió ayer en la sección primera de la Audiencia de Valencia una pena de 28 años y nueve meses de cárcel para un joven acusado de retener a su pareja durante cuatro días en casa de su madre, obligarla a mantener relaciones sexuales y a comer heces de perro. El joven, con antecedentes de agresión a su madre cuando era menor, negó los hechos y definió su relación sentimental de "normal".
La fiscal pidió 28 años y nueve meses de cárcel por detención ilegal, violación, delito contra la integridad moral, y por lesiones en el ámbito familiar. La defensa del joven pidió la absolución.
Los hechos ocurrieron en diciembre de 2007. Ella, la víctima, que entonces tenía 17 años, relató ante el tribunal un calvario. Él, dijo, la encerró en casa de su madre, en la calle de Juan Ramón Jiménez de Valencia, durante cuatro días. Allí, le obligó a mantener relaciones sexuales contra su voluntad, amenazándola con un cuchillo. En ese mismo mes relató que la llevó hasta un piso que tenía alquilado en la calle de Miguel Servet de Valencia, donde la obligó a desnudarse, a comer heces de perro y a chupar el suelo. Afirmó que lo hizo "por miedo", y que mientras la veía se reía y le decía que quería ver cómo se ahogaba. Añadió que la golpeó, que le dio puñetazos y patadas y la arrojó sobre la cama, tras cogerla del cuello, y asegurarle que la apuñalaría si contaba algo. El 21 de febrero de 2008 presentó denuncia.
El procesado, en cambio, negó todos los hechos. Y dio otra versión en la que aseguró que ella le amenazó si la dejaba con un "te vas a enterar" y que era ella quien le pedía a él relaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de abril de 2009