El PP catalán siempre ha tenido un problema: los tonos excesivos de algunos dirigentes nacionales cuando se habla de la financiación de esta comunidad perjudican su imagen. Josep Piqué luchó durante años contra este problema. Ayer, la actual líder del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, cogió el testigo de Piqué en el Comité Ejecutivo.
Sánchez Camacho explicó en la reunión que el PP catalán está en fase de ascenso, según todas las encuestas, y pidió extremar las precauciones para no debilitarlo. Ahora que se va a debatir la financiación -varios dirigentes dieron por hecho que el pacto está muy cerca-, Sánchez Camacho reclamó que las críticas por la posible desigualdad se dirijan contra Zapatero, como responsable máximo del reparto del dinero, y no contra Cataluña ni contra el Gobierno autónomo. Ramón Luis Valcárcel, presidente murciano, pidió tratar la financiación con "criterio de Estado".
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de abril de 2009