El pasado sábado pudimos escuchar, en uno de sus primeros actos de campaña preelectoral, a Mariano Rajoy decir que "lo que necesita España es un Gobierno que no les mienta". ¿Será posible semejante desfachatez? A todos se nos viene a la memoria aquel "Créanme, en Irak hay armas de destrucción masiva", o aquello que todos pudimos oír de los propios labios de Rajoy: "Son como unos hilillos de plastilina que salen de su casco", refiriéndose a los millones de litros de petróleo que derramaba el Prestige sobre las costas gallegas. Y también recuerdo todas las infames mentiras sobre el Yak-42 y sobre el 11-M.
Además, pudimos oírle decir que las soluciones a la crisis estaban en las políticas antepasadas que llevó a cabo el Gobierno de Aznar, y que "con él, esta crisis no hubiera sucedido". ¿Será posible tanto atrevimiento? A lo mejor es que el resto de dirigentes de los países del mundo mundial, también en crisis, son todos igual de incapaces, o quizás es que también lo son los mejores economistas del planeta, incapaces de buscar soluciones inmediatas, y va a ser Rajoy -y el Partido Popular de Aznar- el que realmente no sólo va a ser nuestro "salvador", sino también el salvador de la crisis mundial.
Y por último, escucho estupefacta su última afirmación: "El verdadero problema de este país son los socialistas". Y entonces no puedo evitar recordar que precisamente "esa" afirmación es la que predicaban los supuestos salvadores de la patria en la España de 1936.
Y después de oír tanto despropósito, lo único que me reconforta es pensar que los ciudadanos y votantes no tenemos la memoria de grillo de Rajoy. Afortunadamente, ¡tenemos memoria!, porque las palabras y los recuerdos, a veces, no se las lleva el viento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de mayo de 2009