Los portavoces parlamentarios del PNV y el PSE, Joseba Egibar y José Antonio Pastor, respectivamente, intercambiaron ayer reproches tras la formalización en el Parlamento de las candidaturas de Juan José Ibarretxe y Patxi López para el pleno de investidura del martes.
El PNV (30 escaños) está negociando el apoyo de Aralar (cuatro parlamentarios) y de EA (uno) para su aspirante, de modo que pueda sumar 35 votos. La repercusión resulta irrelevante a efectos prácticos, pero amortiguaría la derrota de Ibarretxe al acortar su distancia con respecto a los 39 votos que tiene garantizados López con los 25 de su propio grupo y el respaldo del PP (13 parlamentarios) y de UPyD (uno). También permitiría visualizar un camino de unidad nacionalista, que no se sabe si realmente desean, o les conviene, a las tres fuerzas implicadas en esa negociación.
El PSE resalta el "fracaso" del tripartito como alianza de gobierno
El registro en la Cámara de las dos candidaturas dio ocasión a ambos portavoces para revalidar mensajes ya repetidos desde el día de las elecciones. Egibar se centró en reclamar el liderazgo para su partido e Ibarretxe y señaló que esa condición "no se inventa ni se compra" y que la sociedad se la ha otorgado al aún lehendakari. "Seguiremos liderando a través de esa mayoría social que el 1 de marzo depositó su confianza en el PNV e Ibarretxe", recalcó.
A juicio de Egibar, ese liderazgo "es una realidad evidente, con independencia de las decisiones políticas o judiciales de los últimos tiempos", en alusión a la anulación por los tribunales de las listas de la izquierda abertzale, único elemento que en el análisis del PNV ha posibilitado su relevo a manos de una mayoría constitucionalista.
El portavoz socialista le replicó después que el liderazgo se decide en el Parlamento, pues las elecciones autonómicas no son unas presidenciales y son los representantes salidos de las urnas quienes luego eligen al lehendakari. Pastor resaltó que López resultará investido en primera vuelta por mayoría absoluta, mientras el PNV e Ibarretxe no lograron sumar ningún respaldo añadido a sus 30 escaños en la ronda de conversaciones que abrieron en marzo. Ese hecho ilustra su "absoluta soledad", enfatizó.
La candidatura de López busca "abrir un nuevo tiempo" que rompa con "el sectarismo". Pastor consideró la comparecencia de Ibarretxe anteayer con sus socios del tripartito como la fotografía de "
al no servir como fórmula de futuro. El martes se abrirá "una etapa de normalidad democrática porque normal es la alternancia" y el PSE la aborda con voluntad de "entenderse con todos", zanjó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de mayo de 2009