La guerrilla tamil acusó ayer al Ejército de Sri Lanka de lanzar dos ataques aéreos sobre un hospital en la zona de combates y matar a 64 personas, mientras continúa la presión internacional sobre el Gobierno para obtener una tregua. El portal afín a la guerrilla de los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE), TamilNet, aseguró que los bombardeos se produjeron en un hospital del poblado de Mullivaaykkaal y que dejaron heridos a otros 87 civiles. El comunicado aseveró que las tropas cingalesas supieron de las coordenadas exactas del centro médico. "La masacre ha sido calculada para coaccionar a los civiles", asegura el portal.
Sri Lanka accedió recientemente a dejar de bombardear y usar armas pesadas en esta pequeña franja de apenas cinco kilómetros cuadrados situada en el distrito norteño de Mullaitivu. Sin embargo, la ONU filtró a la prensa imágenes obtenidas por satélite entre el 15 de marzo y el 19 de abril en la llamada "zona segura" para civiles donde se pueden observar los efectos de ataques aéreos, presuntamente llevados a cabo por el Ejército. El Gobierno ha llamado a consultas al coordinador de la ONU en Sri Lanka, Neil Buhne.
El pasado jueves visitaron la isla los ministros de Exteriores del Reino Unido, David Miliband, y de Francia, Bernard Kouchner, que fracasaron en su intento de convencer al Gobierno de que declarara una tregua para permitir la salida de civiles. El presidente Mahinda Rajapaksa llegó incluso a criticar la "falta de visión" de parte de la comunidad internacional y rechazó las críticas al recordar que países como Irak o Afganistán han sido "bombardeados" por potencias extranjeras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de mayo de 2009