La auditoría de Martinsa-Fadesa, que suspendió pagos en julio del año pasado, y la de Renta Corporación, con serias dificultades para hacer frente a su deuda, tienen un punto en común: ambos documentos cuestionan la viabilidad de las dos inmobiliarias.
El informe de Ernst & Young pone en duda la capacidad de Martinsa-Fadesa para "continuar su actividad, realizar sus activos y liquidar sus pasivos por los importes [...] que figuran en las cuentas anuales, preparadas asumiendo que tal actividad continuará". Continuidad que depende, según la auditoría, de la aprobación del convenio de acreedores y del cumplimiento del plan de viabilidad, presentado el pasado 30 de diciembre.
PriceWaterhouseCoopers menciona la incertidumbre por la continuidad de Renta. "El grupo sigue llevando a cabo la formalización de los compromisos adquiridos para culminar el proceso de refinanciación de la deuda", añade.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de mayo de 2009