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Reportaje:Vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones

Chocar poco, atacar mucho

Justo al año de que Laporta le comunicase que sería el técnico azulgrana, Guardiola dice que para su equipo "ésta es la final"

Pep Guardiola bajó sonriente del autocar, en tejanos y con una mochila al hombro, y desapareció por los pasillos que llevan al vestuario visitante de Stamford Bridge, donde hoy dirigirá al Barça en la vuelta de las semifinales de la Copa de Europa. Parecía relajado y contento. Luego, marcó la línea: "Sabemos que para nosotros la final es ésta. Y tenemos que ganarla", dijo el técnico.

Justamente doce meses atrás, Guardiola estaba en la habitación de una clínica de Barcelona, muy cerca del Camp Nou, acompañando a su esposa, que acababa de dar a luz a Valentina, su tercera hija. Llamaron a la puerta y asomó la cabeza de su amigo Evarist Murtra, entonces vicepresidente del Barça. Le acompañaba Joan Laporta, dispuesto a felicitarle. No era una visita protocolaria. El presidente azulgrana tenía algo más que decirle. En aquella habitación de hospital, hoy hace un año, Laporta le comunicó formalmente que era el nuevo entrenador del Barça. Justamente hace un año, apenas una semana después de que un gol de Scholes en Old Trafford apartara al Barça de la final de la Champions en Moscú, a Guardiola le cambió la vida absolutamente.

"Me gustaría tener más iniciativa que en el partido de ida", anuncia Hiddink

El último año le ha cundido a Guardiola de tal manera que el domingo puede ser campeón de Liga, una semana después de la Copa y hoy meterse en la final de la Champions, la quinta en la historia del Barça. Ayer, en Stamford Bridge, recordó a sus futbolistas que "los grandes jugadores se olvidan pronto de las derrotas y de las victorias y vuelven a ganar". No le vale el empate a cero, pero en Stamford Bridge no ha ganado nadie durante este curso europeo. Guardiola cree que hay una manera de conseguirlo: "Chocar poco, jugar rápido y buscar el gol". Sabe que el Chelsea les machacará a pelotazos desde el medio del campo buscando a Drogba, que será un rival "agresivo, intenso, fuerte". "Te avasallan con balones desde el centro del campo. Tienen una buena línea de recuperación, varios jugadores con mucho recorrido. Es el equipo más fuerte de Europa y del mundo. Pueden jugar con diferentes sistemas, realizar cambios tácticos. Debemos estar atentos y hacer lo que más nos interese a nosotros", explicó Guardiola.

"No sé lo que vamos a hacer, pero me gustaría tener más iniciativa que en el partido de ida", dijo Guus Hiddink. El entrenador del Chelsea elogió la filosofía de juego del Barça: "Es una cosa del club, más allá del presidente o del entrenador". Preguntado sobre la alta media de edad de los jugadores de su plantilla (27,1 años), el holandés admitió: "Entrar en cinco semifinales en seis años, como lo ha hecho el Chelsea, es muy respetable. Es el signo de un club movido por grandes ambiciones. Pero para estos jugadores es una de las últimas ocasiones de ir adonde quieren ir".

Guardiola dijo que esta noche, en Stamford Bridge, puede pasar de todo menos convertir el campo en excusa: "En Tercera División sí son pequeños", dijo. Justo hace un año, entrenaba al filial, al que logró ascender a Segunda B. Justo hace un año empezó a soñar con la Champions. Le falta un paso para estar en Roma. Valentina, su hija, está aprendiendo a andar. Nació, como este Barça, hace un año.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de mayo de 2009