Los operadores telefónicos están que trinan por la presión fiscal extra a la que están sometidos por el Gobierno. El anuncio de que contribuirán con el 0,9% de sus ingresos a la financiación de RTVE ha colmado su paciencia. Estiman que esta nueva tasa supondrá un desembolso anual de 300 millones de euros.
Esta cifra se sumará a los 400 millones que pagan de impuestos específicos (aplicados exclusivamente a los operadores), una cifra que, según sus cálculos, se ha incrementado un 450% en los últimos siete años.
Entre esos impuestos está el cumplimiento de la Ley de Conservación de Datos (50 millones), el Servicio Universal (120 millones), el canon del espectro radioeléctrico, la tasa municipal de dominio público y el mantenimiento de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de mayo de 2009