El presidente del Real Club Celta de Vigo, SAD, Carlos Mouriño, anunció ayer la firma de un acuerdo con Hacienda para el pago de la deuda, con lo que se desbloquea el último escollo que le restaba al club vigués para garantizar su plan de viabilidad. El Celta, acogido a la Ley Concursal, selló previamente un convenio similar con el otro gran acreedor del club, Caixanova, de forma que cuenta ya con un respaldo suficiente para avalar ante el juez su proyecto de saneamiento.
La deuda con Hacienda asciende a unos 33 millones de euros. A Caixanova, mientras, le debe una cantidad superior a los 20 millones. En total, la deuda del club es de 84 millones de euros, pero las quitas previstas por la Ley Concursal reducirán la cantidad a 30 millones de euros. El Celta le hará frente a esa cifra desde sus presupuestos durante 10 ejercicios a razón de tres millones al año, también en el caso de que no consiga ascender a Primera División. Mouriño afirmó que el club está blindado incluso ante un eventual descenso a Segunda B.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de mayo de 2009