Una madre aceptó ayer estar durante un año sin mantener ningún tipo de contacto con su hija como condena por haberla cogido por los pelos. La sentencia, dictada en A Coruña, incluye además como pena por un delito de lesiones a una menor la obligación de desempeñar trabajos en beneficio de la comunidad durante 31 días y el pago de una indemnización de 150 euros.
El caso se resolvió sin que se celebrase el juicio dado que, momentos antes de entrar en la sala, el abogado de la madre, la fiscalía y la acusación particular, que ejerce la abuela de la menor, llegaron a un acuerdo para que se impusiese la pena mínima establecida en el Código Penal para este tipo de delitos.
La madre aceptó su condena que, además de obligarle a estar durante un año a más de 100 metros de distancia de su hija, implica la prohibición de mantener cualquier tipo de contacto con la menor, incluso por teléfono o por Internet.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de mayo de 2009