Tengo muy poca estima por Zapatero, su capacidad de gestión, sus valores y su visión de Estado. Sin embargo, en el caso concreto del País Vasco estoy francamente agradecido por el valor y el coraje que ha demostrado para desmontar del poder al PNV tras 30 años de Gobierno. Y me alegro en general porque se ha demostrado que nuestros políticos son capaces, cuando quieren, de anteponer los intereses de sus ciudadanos al de sus partidos. Lo digo porque Rodríguez Zapatero es consciente de que este pacto con el Partido Popular, dejando de lado a los nacionalistas, marca un antes y un después para esta legislatura, donde lo van a tener crudo para gobernar en minoría en un entorno de crisis como la actual. Mi más sincera enhorabuena a Rodríguez Zapatero y al PSE por el sentido de Estado demostrado en este caso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de mayo de 2009