Hace siete años, Gemma Zabaleta le disputó sin éxito a Patxi López -Carlos Totorika completaba la terna de aspirantes- la secretaría general del PSE-EE. Entonces encabezaba la corriente minoritaria Nuevo Socialismo Vasco, que defendía el federalismo como antídoto al soberanismo del PNV y el unitarismo del PP. Licenciada en Filología Hispánica y catedrática de Lengua y Literatura Española, desembarcó muy joven en la arena política. Nacida en San Sebastián en 1957, con apenas 30 años ya era la directora de Renovación Pedagógica del Departamento de Educación, cargo que ocupó entre 1987 y 1991. Fue diputada de Servicios Sociales de Guipúzcoa entre 1993 y 1996, periodo en el que además se sentó en el Senado.
Desde sus inicios, tomó el área social como una especialidad de su acción política, de la que no se ha despegado hasta la actualidad. Durante sus diez años como parlamentaria, Zabaleta ha cargado sobre sus espaldas todo el trabajo de su partido relacionado con los asuntos sociales y las propuestas sobre la mujer o los derechos humanos.
No ha descuidado en este tiempo sus inquietudes ideológicas, situándose en las posiciones más vasquistas del PSE, como se aprecia en el libro Con mano izquierda: una propuesta ante el colapso vasco, del que es autora junto al edil donostiarra Denis Itxaso. En 2006, fue una de las cabezas visibles del colectivo Ahotsak (Voces), integrado por de mujeres de todos los partidos, salvo PP y UPN, y que defendía el diálogo con la izquierda abertzale.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de mayo de 2009