El próximo fin de semana se da el pistoletazo de salida de la campaña electoral para las elecciones europeas.
Parece que esta campaña es trascendental y van a echar la carne en el asador, ya que su resultado no está nada claro, por eso, tanto el PSOE como el PP, van a movilizarse al máximo. Pero realmente el acto trascendental, donde se va a jugar todo, donde de verdad los ciudadanos van a ver las dos diferentes y grandes propuestas para la gobernabilidad de Europa es en un solo, único y trascendental acto: el debate del estado de la nación.
Del resultado y desarrollo del mismo depende directamente la movilización y resultado en las elecciones europeas. La semana que viene en el Parlamento deberán quedar muy claros los conceptos, visiones, políticas y propuestas socialistas. Las apuestas del socialismo por los ciudadanos, por los trabajadores por la defensa de su condiciones laborales, personales, el Estado de protección y bienestar social, etcétera.
En el debate del estado de la nación es donde el presidente del Gobierno, debe de dejar muy claras las posturas socialistas, distanciándose totalmente con las propuestas del PP, sin medias tintas, alto y claro, destapando totalmente la careta popular.
La semana que viene es cuando realmente se decide el resultado de las elecciones. Quien gane el debate, ganará el apoyo de los electores y, por consiguiente, las elecciones europeas.
Rodríguez Zapatero lo sabe y por eso ha sido valiente jugándosela, decidió adelantarlo y hacerlo antes de las elecciones contra todo pronóstico. Sobraría gastar tanta millonada de euros; tras el debate del estado de la nación estará todo el pescado vendido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de mayo de 2009