Resulta curioso que ante el árbol que simboliza las libertades vascas la portavoz parlamentaria de Aralar, Aintzane Ezenarro, se refiera a los representantes de nuestra democracia como "la Armada española". ¿Dónde está la línea que separa la ideología de Aintzane de lo absurdo? Los derechos históricos y democráticos del pueblo vasco se basan en saber reconocer, respetar y defender los derechos inalienables del individuo y del pueblo. Cuesta creer que no asimilen una Constitución que no está reñida con el disfrute de su idioma y de su cultura que a fin de cuentas es el espíritu del nacionalismo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de mayo de 2009