En épocas de crisis, los supervisores y los inversores se fijan en el capital de las entidades, que es como el grosor de la armadura para aguantar el combate. Por eso, todas las medidas son bienvenidas. Caixa Catalunya, una de las mayores entidades, ha vendido 146 inmuebles con un contrato de alquiler con derecho a compra, según reconoció ayer la entidad. La caja se mantendrá como inquilino unos 20 años de media. Caixa Catalunya tiene una red de 1.200 sucursales y espera vender con esta fórmula hasta 800 oficinas. La mayoría de las vendidas están en Madrid y Barcelona.
La operación ha reportado a la entidad unas plusvalías de 54 millones, ingresos que irán a engrosar el core capital (el capital de máxima calidad en relación con los riesgos asumidos), que en diciembre pasado estaba en el 5,58% aunque el coeficiente de solvencia es de 10,15%. El montante de la operación asciende a 183 millones. Los compradores del paquete de oficinas son grandes inversores y grupos familiares de inversión, algunos de ellos clientes de banca privada de la propia entidad catalana.
Sin duda la joya de la corona del paquete inmobiliario es la dirección territorial de Caixa Catalunya en la calle de Recoletos de Madrid, un palacete clásico, por el que ingresará 16 millones, con una plusvalía de más de seis millones. En este caso, el comprador ha sido el grupo inversor Vía Célere.
Por otro lado, el Santander anunció ayer que ha abierto a familiares de empleados su oferta de 1.300 viviendas nuevas con descuentos de hasta el 30% sobre el precio de mercado y prevé abrirla al público en general en la segunda quincena de mayo. Hasta la fecha, la entidad ha vendido entre sus empleados 400 de los 1.300 inmuebles que posee, procedentes de embargos o de créditos ejecutados a promotores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de mayo de 2009