El miércoles ganó el Barça. Felicidades. Soy culé. Soy catalana. Y como todos los catalanes, soy cien por cien española, vivo en España.
Qué falta de respeto a don Juan Carlos y doña Sofía; qué falta de respeto a los espectadores que estábamos en casa; qué falta de respeto al resto de españoles; qué falta de respeto a todas las autoridades. Estamos en un país democrático con una monarquía. Si tan antimonárquicos y tan antiespañoles somos, ¿por qué desplazarse a Valencia para ver la final de la Copa del Rey? Es absurdo. Siempre tenemos que dar un espectáculo lamentable, no sólo en Mestalla, también en las celebraciones, energúmenos que destrozan el mobiliario urbano, que no saben celebrar cívicamente una victoria que parece que tampoco les hace mucha gracia, es la Copa del Rey (de España). Simplemente para hacer ruido rompen cosas, ¡cómo mola, eh?
Recuerdo a los culés que son tan poco respetuosos que Puyol (catalán), Piqué (catalán), Xavi (catalán), etcétera, juegan en la selección española y sudan la camiseta de este país. Ensombrecer una victoria con este estilo es una lástima.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de mayo de 2009