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CARTAS AL DIRECTOR

Viviendas hipotecadas

Suelo dar mi voto al PSOE, por considerar que defiende el interés general como ningún otro partido. Sin embargo, desde que estalló la actual crisis, el Gobierno socialista se ha estado comportando como apéndice de un sistema financiero al que, no obstante calificar de sólido y saludable, tiene que rescatar con ingentes cantidades de dinero público.

Me pregunto si las más de 280.000 familias endeudadas por el pago de una vivienda protegida no merecemos un respaldo proporcional al recibido por la banca. La mayoría de nosotros percibe salarios que sólo excepcionalmente rondan los 14.000 euros anuales, y quien no ha ido ya al paro siente sobre sí el peligro tangible del despido inminente.

Formo parte de una legión de hombres y mujeres que madruga a diario para que el país progrese, y no me valen subterfugios y excusas sobre el porqué del 5,09% de interés que tenemos que pagar. No se entiende que el Estado aguarde pasivo a que los índices hipotecarios consoliden espontáneamente una u otra tendencia cuando lo que esperamos de él es voluntad de intervenir en defensa de nuestras familias con medidas como un tipo de interés que haga pagables las letras, un interés ajustado a los tiempos que corren, que, lejos de tensar aún más la cuerda que nos asfixia, lleve un poco de alivio a nuestra maltrecha situación.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de mayo de 2009