Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Dos torres del nuevo Mestalla tenían defectos como la del accidente mortal

Otras dos torres del nuevo estadio de fútbol del Valencia tenían deficiencias en la instalación de la sujeción de los andamiajes como las que provocaron el accidente del 26 de mayo de 2008 en el que fallecieron cuatro trabajadores. Se desplomó un andamio y la sujeción, y por ello las medidas de seguridad pasaron a estar bajo sospecha. La inspección técnica del accidente ha dicho ante la juez que instruye el caso, Begoña Solaz, que en otras dos torres el cono que ejerce de pieza neutral para después anclar el andamio a la pared había sido embebido por el encofrado, lo que plantea serias dudas sobre la seguridad.

No sólo el inspector, también los técnicos de Aidico (Instituto Tecnológico de la Construcción) señalaron ayer en su declaración lo mismo. Los peritos ratificaron su informe, en el que concluyen que hubo un error en el uso e instalación del kit del andamiaje trepador de la firma Alsina: se usó como tornillo una barra inadecuada que, además, tenía deficiencias en la resistencia.

Los peritos señalaron, según fuentes del caso, errores en el manual de instalación y en el tipo de instalación. El kit está compuesto por un cono, un bulón o rueda y un tornillo que ejerce la presión para fijar el andamio contra la pared. Pero también contenía una barra. Esa barra no servía para el montaje de un andamiaje trepador. De hecho, el manual dice claramente que debe usarse el tornillo. Sin embargo, en algunos puntos se usó la barra en lugar del tornillo, supuestamente por indicación de personal de Alsina no cualificado, extremo que se aclarará en las sucesivas declaraciones.

¿Por qué el manual es erróneo? Porque sólo prevé la situación ideal, y no las incidencias comunes. Ni siquiera explicita que de no entrar bien el tornillo, se saque el cono y se inicie la instalación, cosa que sí incluyen otros proveedores. Además, la barra, inservible para el montaje en las torres del nuevo estadio del Valencia, tenía un defecto de fábrica por exceso de hidrógeno en su composición, lo que la convertía en extraordinariamente frágil.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de mayo de 2009