La recesión se agrava en Europa. Las grandes economías europeas registraron la mayor caída de actividad de las últimas décadas durante el primer trimestre de este año. Alemania, la locomotora europea que representa el 26% de la zona euro, sufrió una contracción del 3,8%, respecto al trimestre anterior, superior al 3,2% previsto por la Comisión a principios de mes y la peor desde 1970.
El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, aseguró ayer en Viena que hay señales positivas de recuperación económica, pero avisó de que hasta que no se saneen los balances de los bancos no se podrá salir de la actual crisis.
Antes de la crisis, los banqueros centrales tenían fama de serios, de predecibles, incluso de ser algo aburridos. Eso se acabó. La profundidad de la recesión en Europa y la entrada del banco central en territorio comanche -tipos de interés cada vez más próximos a cero y medidas no convencionales como la máquina de imprimir dinero- han resquebrajado la unidad en el consejo del Banco Central Europeo (BCE).