Se ha ido el escritor de los recuerdos olvidados. Pero se ha marchado dejándonos un legado de novelas, cuentos y poemas en donde sus lectores sientan lo que es la solidaridad y el amor, la soledad y la muerte. Benedetti, el gran testigo de uno mismo, resistió ante la pérdida del ser que él más quería: "al buen amor se lo llevó la muerte / y no sé para quién seguir viviendo". Y aunque el olvido está lleno de memoria, de memoria y esperanza, hoy, ya fallecido, habitará para siempre en la biblioteca eterna de las palabras con sentimientos. Tras la vida ese paréntesis, y sólo mientras tanto, como los nuevos vientos del exilio: gracias por el fuego.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de mayo de 2009