Siempre que se habla de moderación salarial los trabajadores con sueldos más bajos nos echamos a temblar, pues sabemos que la moderación va a ser en los sueldos más moderados. Somos conscientes que la crisis la han creado precisamente quienes más han ganado con la especulación, incluso dentro de sus propias empresas, personajes que no han dudado en poner a su banco en difícil situación al haber adquirido papel que no era más que eso y que por ello han cobrado sus primas correspondientes.
Ahora que llegan tiempos difíciles gracias a su "acertada gestión" se plantean mandar al paro a quienes nada han tenido que ver en el asunto y que han seguido atendiendo a los clientes de ese banco con eficacia, diligencia y amabilidad, logrando fidelizar a una asustada clientela ante lo que está sucediendo. Lo mismo sucede en todo tipo de empresas, cada una a su estilo, pero con el mismo resultado, el que paga la mala gestión es el trabajador que ha cumplido fielmente con su misión a pesar de su moderado salario, en lugar del directivo de alto sueldo que ha hecho mal su trabajo.
Creo que es hora de acometer de verdad una moderación salarial y prohibir que haya sueldos superiores a 100 veces el salario mínimo interprofesional, bien sea en retribuciones dinerarias o en especie. Es muy injusto que haya tantísima diferencia.
Otra cosa es que los dueños o accionistas de una empresa obtengan los beneficios que su actividad haya tenido y que se premie a esos altos cargos con una prima correspondiente a esos beneficios, siempre que éstos no procedan del "coste laboral", pues menuda ironía es obtener beneficios de dejar a familias en la más absoluta precariedad, como es habitual.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de mayo de 2009