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De la pelea institucional a la cesión de vías

Ha dado muchas vueltas. El nuevo plan de Cercanías ha provocado múltiples desencuentros entre el Gobierno regional y el Ministerio de Fomento, sobre todo cuando estaba al frente la anterior titular, Magdalena Álvarez. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, será hoy la invitada de honor en la presentación tras múltiples trifulcas. Además de las futuras líneas de Fomento, su gabinete ha desbloqueado otros trazados que financiará e impulsará el Gobierno regional.

Para poder poner sus ideas en marcha, el Ejecutivo de Aguirre necesitaba la cesión de las vías de ferrocarril para unir Majadahonda con Moncloa, y Torrejón de Ardoz con Chamartín, dos ampliaciones valoradas en 740 millones de euros. Fomento ha dicho que sí. Madrid pagará la construcción de los túneles y la compra de los trenes y cederá la gestión a Renfe para "facilitar la coordinación de los servicios e incrementar la seguridad", según declaró la presidenta, que también llevará el tren a Navalcarnero.

Tampoco parece haber más gresca en la transferencia de la gestión de Cercanías. Madrid, en lugar del modelo de cesión que cerró Cataluña, ha pedido que la red de Renfe entre en el Consorcio Regional de Transportes. Quieren participar en la planificación y coordinación de la red, tener voz para decidir ampliaciones, nuevas infraestructuras e inversiones. Hasta la fecha, la relación de Cercanías con el Consorcio era sólo por las tarifas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de mayo de 2009