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Edwin sueña con retornar

Edwin camina todas las mañanas hasta la sede de la Cruz Roja en Carabanchel Alto y pregunta si ya tienen listo el billete para regresar a Bolivia. Dos años después de su llegada a Madrid, su sueño es retornar.

Está desempleado desde hace casi un año, pero como no tiene papeles no forma parte de los 87.348 extranjeros que aparecen en las listas del paro.

Llegó en enero de 2007. Aterrizó en Barajas con dos maletas de ropa y 1.800 euros que le había prestado una cooperativa de su barrio en Santa Cruz. Venía sin contrato de trabajo.

"Quería darle un futuro mejor a mis hijos", dice. Es padre de dos chavales de 14 y 12 años. Pero en Madrid no encontró la tierra prometida. Su primer trabajo fue de vigilante en un pueblo. Le pagaban 600 euros. Vivía en una caseta. Allí sólo tenía una radio. Después consiguió trabajo en la construcción. Le pagaban 35 euros el día, luego le bajaron a 30 y al final no había euros para pagarle.

Desde hace seis meses vive con una compatriota que le presta un cuarto en su casa y le da de comer. Espera que la Cruz Roja de Madrid le pague el billete para volver. "Aunque allá no tengo nada, al menos estaré con mi familia", asegura.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de mayo de 2009