Al menos 98 personas murieron ayer al estrellarse en la isla de Java un avión militar indonesio que transportaba a personal militar y sus familias, entre ellos 10 niños. El aparato, un Hércules C-130, cayó sobre un arrozal cercano a varias casas, causando la muerte a tres residentes de la zona. Diez personas se encuentran en estado crítico.
El avión había despegado de la capital, Yakarta, y se preparaba para el aterrizaje en la base militar de Iswahyudi, en Magetan, a 6,5 kilómetros del lugar del accidente. A las 6.20, hora local, 0.30 hora peninsular española, varios testigos escucharon una fuerte explosión y acto seguido vieron cómo un ala se desprendía, según relataron a radios locales. El aparato comenzó a sobrevolar a baja altura un grupo de casas, antes de estallar y partirse en dos al caer.
"Todo lo que sé es que el estado del avión era bueno, por lo que la causa del accidente debió deberse, probablemente, al tiempo, el motor, un error humano u otros factores", dijo el presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, un general que entró en política en 2004. El mandatario ha ordenado una investigación del siniestro y se reunirá con el ministro de Defensa y los jefes militares para hablar del suceso. En los últimos tres meses se han producido siete accidentes aéreos en Indonesia, en los que han muerto 128 personas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de mayo de 2009