Hace tan sólo algo más de un año España se resquebrajaba, nuestra nación iba pronto a dejar de serlo, muchos eran los profetas que auguraban el fin de la España que conocemos y que enseñan en los centros escolares. Pero igual que a los falsos futurólogos, el tiempo los pone en su sitio a estos augures del Partido Popular que acusaron al Gobierno socialista de traicionar a los muertos, de arrodillarse ante ETA y firmar la venta de Navarra.
Hoy, unos meses más tarde, vemos a un presidente de Navarra de UPN gracias al respaldo del Partido Socialista, un lehendakari socialista con el apoyo del PP y una banda terrorista descabezada y arrinconada. Y es que si para llegar al poder, ese que siempre han pensado que les corresponde y que se lo han robado, hay que embaucar a los ciudadanos, o lo que es aún peor, regocijarse en esa hipotética ruptura de España, el fin justifica los medios.
Es muy probable que otra victoria del PSOE en las europeas sea el mejor acicate y estímulo para el cambio de actitud de la oposición. Después de las generales vimos a un PP con un tono mucho más sereno en sus críticas al Gobierno y a su gestión de la política terrorista, hasta el punto de dar sus votos a Patxi López e investirlo lehendakari. Veremos qué pasa tras el 7 de junio...
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de mayo de 2009