Un total de 18 de los 33 magistrados de instrucción de Barcelona han remitido una carta al juez decano de Barcelona, José Manuel Regadera, en la que le reclaman su "inmediata dimisión" después de que fuera acusado de maltratar a su segunda esposa, de la que está en proceso de separación.
Los jueces afirman que Regadera debería abandonar el cargo "en aras de la defensa del principio de transparencia que la sociedad demanda". Razonan que esa petición la realizan desde "el más profundo respeto a la presunción de inocencia" y recuerdan que la amplia repercusión mediática que ha tenido su caso "compromete gravemente su función representativa".
Sin embargo, el juez decano dejó entrever ayer que continuaría en el cargo. "La petición de los compañeros me parece tan respetable como minoritaria, porque en la ciudad de Barcelona hay casi 200 jueces a los que represento", dijo Regadera. El decano explicó también que desconocía la carta de sus compañeros y que se había enterado de su existencia por las llamadas telefónicas que recibió de la prensa, pues ha pasado dos días en Madrid.
"Esperaremos acontecimientos y sigo reflexionando", dijo Regadera, en alusión a la decisión que pueda adoptar sobre su situación el Consejo General del Poder Judicial.
La carta, que fue filtrada desde un despacho oficial, ocupa ocho líneas de extensión y está fechada el pasado día 13. Por ello, Regadera mostró su extrañeza por la iniciativa de los jueces, cuando el pasado día 17 celebró una junta ordinaria y ningún magistrado de instrucción planteó el tema.
El juez decano de Barcelona afronta una petición del fiscal de nueve meses de cárcel por un delito de maltrato en el ámbito familiar. Para su todavía esposa, María Rosa Igay Merino, notaria de Sant Celoni (Selva), el fiscal reclama siete meses por el mismo delito. Ambos se enfrascaron en una discusión que llegó levemente a las manos la madrugada del pasado 2 de abril, cuando él le reconoció una infidelidad. La esposa aireó luego que la amante era otra juez de Barcelona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de mayo de 2009