¿Qué pasa con los parados que han agotado la prestación por desempleo? ¿Y con los que van camino de hacerlo? El asunto se ha convertido en una preocupación de primer orden para las dos grandes centrales sindicales. También para las organizaciones valencianas, que ayer plantearon al Consell la necesidad de que complemente la prestación por desempleo, que corre a cargo de las arcas del Gobierno. Gerardo Camps, consejero de Economía y Hacienda, recogió el guante y se declaró dispuesto a estudiar fórmulas para hacerlo. Advirtió, sin embargo, de que la medida entraña importantes dificultades financieras para la Generalitat. Apuntó hacia el Ejecutivo, a quien corresponde, dijo, poner sobre la mesa una propuesta. Y dio a entender que para poner en marcha algo así será inevitable renunciar a otros gastos, aunque no concretó cuáles.
El desempleado tendría que formarse para mantener la prestación
UGT, CC OO y la Generalitat dan por zanjados sus desencuentros
Para acceder a la ampliación de la prestación los parados tendrían que realizar cursos de formación que les preparase para su vuelta al mercado laboral, propusieron los sindicatos.
Camps recibió por primera vez en el Palau de L'Almirall, sede de la Consejería de Economía, a los secretarios generales de CC OO, Francisco Molina, y UGT, Conrado Hernández. Las relaciones entre el Consell y las organizaciones sindicales habían sido más que frías desde el 30 de enero. Aquella tarde la reunión del Pacto Valenciano por el Crecimiento y el Empleo (Pavace) acabó mal. Economía la había fijado el día de antes de que las organizaciones salieran a protestar a la calle. Luego vino el vacío de Camps a los congresos sindicales que eligieron a Molina y Hernández. Las ácidas críticas de estos al Gobierno valenciano. Y después llegó ayer, el día de zanjar las diferencias en una nueva reunión de seguimiento del Pavace de la que todos salieron satisfechos.
La razón, desde el lado de Molina y Hernández, fue la buena acogida con que Camps recibió sus propuestas. Y el compromiso de que las mesas de trabajo empezarán a desarrollar el Pavace (un documento firmado en otoño) la semana que viene.
A la reunión asistió Rafael Ferrando, presidente de Cierval, quien, lejos de la tensión que ha caracterizado últimamente las relaciones entre la patronal y los sindicatos, a cuenta, entre otras cosas, del abaratamiento del despido, se sumó al discurso general. El empresario apostó por "analizar condiciones en las que las empresas puedan desarrollar mejor su actividad sin recurrir a ERE (Expedientes de Regulación de Empleo) o a despidos de personal".
Gerardo Camps reconoció que como documento de trabajo el Pavace resulta amplísimo (engloba desde las políticas de infraestructuras hasta las de bienestar social), que la coyuntura económica había empeorado desde que se cerró el pacto, y que la máxima prioridad ahora es el desempleo.
Una de las formas de abordar la situación de quienes se han quedado sin prestación pasa por prorrogar los subsidios con la colaboración de ayudas sociales autonómicas (como la Renta Mínima Garantizada valenciana) no pensadas en principio para ello. El consejero no se pronunció ni a favor ni en contra de la fórmula pero lamentó que, en vez de negociarlo con las comunidades autónomas, el Gobierno lance "globos sonda".
"Veníamos de un desencuentro, pero la reunión de hoy es coherente con la reivindicación sindical, porque a pesar de las diferencias teníamos la necesidad de validar el marco de actuación comprometido (el Pavace)", dijo Molina. Hernández destacó que lo importante, a medio plazo, es sentar las bases de un nuevo modelo productivo en la comunidad autónoma. Camps atribuyó a los relevos de los líderes sindicales las pasadas diferencias entre unos y otros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de mayo de 2009