Kjetil Thorsen, arquitecto del estudio noruego Snøhetta, afirmó ayer estar impresionado por los espacios públicos de Barcelona y haber aprendido mucho de esta ciudad tras recoger el Premio de Arquitectura Mies van de Rohe (dotado con 60.000 euros) por su edificio de la Ópera y Ballet Nacional de Oslo.
En el pabellón creado en 1929 por el arquitecto alemán que da nombre al premio y rodeado de compañeros de profesión, Thorsen aseguró que "la arquitectura mantiene su capacidad revolucionaria, ya que puede conseguir cambiar situaciones, aunque lo haga despacio". Precisamente, éste es uno de los elementos que el jurado ha destacado en la obra ganadora (un enorme centro cultural situado en el frente marino de Oslo, en el que destaca un tejado inclinado y recubierto de 36.000 piezas de mármol por el que la gente puede pasearse): su carácter de apertura al público en general y de reconquista de uno de los espacios del puerto viejo de Oslo. Según Lluís Hortet, director de la Fundación Mies van der Rohe, el edificio es un "ejemplo de arquitectura democrática y ciudadana, utilizable por todos aunque no sean consumidores de ópera".
Snøhetta, fundado en 1989, ha construido también la nueva Biblioteca de Alejandría.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de mayo de 2009