El dueño de la inmobiliaria Contsa, que se encuentra en suspensión de pagos con 1.653 afectados, reconoció ayer a la juez que hizo ventas ficticias de inmuebles y que llevó a cabo varias operaciones después de declarar en febrero de 2008 la suspensión de pagos. José Salas Burzón ha sido trasladado desde la cárcel de Sevilla para declarar por cuarta vez ante la juez de instrucción 17 de Sevilla, que tramita la denuncia de varios inversores por delitos de estafa piramidal.
Fuentes del caso han dicho que Salas ha admitido que en agosto de 2008, seis meses después del concurso, vendió unos pisos en Matalascañas (Huelva), El Rocío y dos naves en el Polígono El Pino de Sevilla por importe de cuatro millones de euros. También ha declarado que en mayo de 2008 vendió una de las compañías de su grupo, Contsa Renta Vitalicia, pero lo hizo para pagar hipotecas de President Patrimonio, otra de sus empresas. Ha reconocido además que la "titularidad e hipoteca" de un piso de la calle Asunción de Sevilla eran ficticias y que, pese a estar a su nombre, pertenecía en realidad al empresario L.C., con el que luego firmó una "venta ficticia" en la que simuló recibir un cheque y estampar su firma en el reverso.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de mayo de 2009