Llevo 20 años cotizando, he pagado mis impuestos religiosamente y con ellos se ha sufragado una guerra injusta e inmoral, escuelas concertadas sexistas y selectivas, ayudas para madres con sueldo y un montón de conceptos más que rechazaba pero que respetaba porque, en democracia, hay que aceptar que gobiernen ¿los otros? Pero ahora que creía que gobernaba la izquierda, resulta que con mis impuestos vamos a pagar coches para ricos y altamente contaminantes. Por si sirve de algo, desde aquí digo: ¡No con mis impuestos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 31 de mayo de 2009