Otra mujer asesinada en Castellón por su compañero, otra mujer con la "protección" de una orden de alejamiento. Me indigna que una orden de alejamiento no sea más que un papel, pero lo que más me subleva es que su quebrantamiento sea tipificado como un delito contra la Administración de justicia y no contra la víctima.
Esto implica que la víctima de malos tratos deba denunciar, declarar, pagar abogado y procurador, exponerse a esta nueva denuncia contra su verdugo, pasar por otra situación aterradora... para que, por contra, la ley no lo considere violencia de género y lo remitan a un juzgado que no sea de violencia doméstica, sin tener en cuenta la gravedad y la urgencia para tomar medidas efectivas. El juicio puede tardar años en resolverse. Tal es mi caso, con tres órdenes de alejamiento respecto a mí misma y dos menores y con un juicio pendiente desde hace 18 meses.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 31 de mayo de 2009