En casa somos tres electores, por lo que llegan tres cartas de propaganda por partido. Estas cartas acaban directamente en la bolsa de reciclaje sin abrir. Y lo mismo ocurrirá en la mayoría de los hogares. Por el bien del Amazonas y el cambio climático, creo que se debería hacer algo al respecto.
A corto plazo bastaría con un sencillo programa que reduzca las cartas a una por domicilio. A medio plazo bastaría con incluir una casilla en los formularios del padrón para indicar si se desea que los partidos reciban nuestros datos, lo que estaría más en consonancia con el espíritu general de la Ley de Protección de Datos.
Y, por supuesto, que se sobrentienda que si uno no marca la casilla es que no quiere compartir sus datos. Sospecho que la eficacia electoral de estos envíos es casi nula en estos tiempos multimedia, pero como se dispara con pólvora del rey...
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de junio de 2009