La respuesta de Ruanda al procesamiento de 40 cargos de su Gobierno por el genocidio de los hutus -posterior al de éstos sobre los tutsi, que juzga el Tribunal Penal Internacional para Ruanda- ha servido para atacar al juez Fernando Andreu. El Ejecutivo de ese país ha presentado un escrito en el que califica a Andreu de "racista y negacionista". El documento llega a afirmar que el juez "comparte la causa" y "se adhiere a los argumentos" de los responsables del genocidio sobre los tutsi, que acabó con la vida de 800.000 personas en Ruanda. Las matanzas posteriores que investiga el juez (entre 1994 y 2000) produjeron 4 millones de asesinatos en Ruanda y República Democrática de Congo. El juez investiga también el expolio de materias primas en este país.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de junio de 2009