Eran temas de la vida moderna: los placeres del tabaco, la nueva energía eléctrica, los medios de comunicación con sus noticias, las amenidades del consumo, las comodidades de la vida doméstica y la propaganda estatal, con sus toques nacionalistas y sus alusiones a los colores de la bandera. Todos los temas de la Europa moderna están representados en la exposición sobre el cartelismo húngaro de los años 1924 a 1942 que ayer abrió sus puertas en el Museu Valencià de la Il·lustració i de la Modernitat (Muvim).
La muestra El cartell comercial modern d'Hongria, 1924-1942, se centra en la influencia de los lenguajes de vanguardia en la producción gráfica húngara y se ha articulado a partir de los fondos de la Biblioteca Nacional de Budapest. Según explicó Lászlò Scholz, comisario de la muestra junto a Katalin Bakos, entre las obras que se exhiben destacan los diseños de los artistas Lajos Kassàk, Robert Berény o Sandor Bortnyil, muy ligados a la renovación plástica europea. Un total de 102 obras de concepción muy actual ilustran la confluencia de la "nueva pintura" surgida del movimiento constructivista con la cultura de masas que representaba la publicidad en las décadas de entreguerras, que en Hungría coinciden con la regencia de Miklós Horthy, previa al dominio nazi y a la ocupación soviética. No es casual que la columna anunciadora, convertida en un auténtico termómetro de la vida social, ocupe un lugar central en el montaje de la exposición del Muvim. Una exposición que revela el nuevo papel de la comunicación gráfica y la eclosión de lenguajes y concepciones auténticamente revolucionarios.
Junto a la muestra dedicada al cartelismo húngaro, el Muvim abrió ayer una exposición de la fotógrafa María Anguera de Sojo (Barcelona, 1968), comisariada por Juan José Lahuerta, que incluye un centenar de imágenes en color y blanco y negro procedentes de su trabajo en el mundo de la vida callejera de Nueva York.
La tercera de las exposiciones del Muvim es Valencia 1900-1936, una muestra de la colecciones del diario ABC, comisariada por Juan Pérez de Ayala, a cuya inauguración asistió anoche el presidente de la Generalitat, Francisco Camps.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de junio de 2009