La inmobiliaria Nozar, que arrastra una deuda de 700 millones de euros, negocia una quita en torno al 20% de lo que debe a sus acreedores con la que pretende evitar la suspensión de pagos. Algunas entidades, como La Caixa, están poniendo peros a la negociación, lo que abocaría a la inmobiliaria al concurso de acreedores, señalan fuentes cercanas a la negociación.
El grupo que preside Luis Nozaleda, que emplea a 180 trabajadores, también está a punto de anunciar un expediente de regulación de empleo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de junio de 2009